Joshua Bell un gran violinista ignorado en el metro de Washington
10 de abril de 2007 Publicado por Javier Varela reflexiones, Sin categorizar, varios 4 comentarios en “Joshua Bell un gran violinista ignorado en el metro de Washington”El diario se pregunta en este experiemento si las personas tenemos tiempo para la belleza. El gran violinista Joshua Bell estuvo casi una hora tocando en los pasillos del metro seis piezas magistrales de Bach y Schubert ejecutadas con un Stradivarius «Gibson ex Huberman», instrumento único en el mundo.
1.071 personas pasaron por delante en los 43 minutos que estuvo tocando. La mayoría ni torció la vista, algunos miraban de soslayo y no llegaron a diez los que se detuvieron ante el maestro.
Lo que se demuestra en este curioso experimento es que no tenemos tiempo para apreciar lo bueno, la belleza, el arte, porque estamos sumergidos en un estilo de vida demasiado rápido.
De cualquier forma, y en mi afán de relacionar casi cualquier aspecto de la vida con el marketing, disciplina de la que versa the orange market ::el blog de marketing::, me pregunto: ¿Forman parte estos grandes músicos de un grupo de los elegidos gracias a las técnicas del marketing?. Evidentemente, sus cualidades como músico son indiscutibles, eso nadie lo duda. Pero yo me digo a mi mismo y os lo transmito a vosotros si realmente este tipo de musicos que emanan arte por todos lados, les iría a ver alguien a los grandes auditorios si no fuese por todo lo que les rodea (publicidad, promoción, eventos, grandes productoras, etc). No me cabe la menor duda que el público objetivo usado para el experimento no es el mismo que acude a sus conciertos, además al compositor lo han vestido con pinta de músico del metro para que pasase desapercibido. Muy posiblemente si ponen a Eminem rapeando en los pasillos del suburbano medio disfrazado para no ser reconocido, tendría más éxito aunque tambien es posible que aquellos que se compran sus discos le viesen como a un rapero más de los muchos que pueblan los túneles del metro.
La verdad es que no acabo de entender demasiado bien que se pretendía demostrar. ¿Tenemos tiempo para la belleza? Pasaros por mi fotoblog en Flickr y veréis que yo por lo menos si tengo un hueco cada pocos días para sentarme a contemplar como el sol nos regala su macedonia de colores cada atardecer.
Javier Varela
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