Cuando hablamos que crear una estrategia de marketing efectiva esta sin ninguna duda debe tener siempre unos objetivos claros para que podamos analizar si está teniendo o ha tenido éxito o no, y esto será esencial para el éxito del plan que pongamos en marcha.
Si bien el propósito específico de nuestros objetivos de marketing o marketing digital puede cambiar, todos los objetivos de marketing tienen principios idénticos, deberían ser específicos, fáciles de medir, alcanzables, ser realistas y procurar que estén diseñados para un período de tiempo específico y limitado. Lo que vienen siendo los objetivos SMART.
Specific (Especificos)
Measurable (Medibles)
Attainable (Alcanzables)
Realist (Realistas)
Timely (Temporales)
Un ejemplo de un objetivo de marketing específico, medible, alcanzable, realista (esto es solo un ejemplo), realista y temporal podría ser «aumentar las ventas del producto A en un 15% en los próximos seis meses«.
Al igual que este objetivo que he puesto de ejemplo puede haber muchos otros para distintas acciones de marketing, marketing digital y marketing a través de las redes sociales. Podemos marcarnos microbjetivos y proponer a la agencia que en muchas ocasiones nos gestiona nuestra marca en las redes sociales, objetivos para las próximas semanas, meses o un año incluso, y no dejar como hacemos en tantas ocasiones, que sea la agencia o quién sea, el nos proponga esos objetivos. No digo que esto no lo puedan hacer, pero pienso que debería ser algo consensuado entre la propuesta que nos hagan y nuestra estrategia o plan de marketing (si lo tenemos…)
Con respecto a este punto en concreto de las agencias, en varias ocasiones, me encuentro que muchas (agencias, freelances, etc.) trabajan para marcas sin más objetivos que incrementar la base de seguidores. Incrementar el número de seguidores (los followers, los fans, etc.) está bien si ese es nuestro objetivo y si este está justificado en base a algo concreto, pero me encuentro casos de marcas con más 20.000 seguidores en, por ejemplo Facebook, en la que el ratio de engagement es extremadamente bajo (prácticamente nadie interactúa con la marca) y ni en la propia empresa se preguntan a qué se puede deber esto, ni a la nueva agencia contratada se le ocurre más que proponer incrementar el número total de seguidores. ¿Para qué queremos más seguidores?, ¿vamos a vincular este incremento a algún tipo de acción concreta?, ¿va a incrementar el ratio de engagement si incrementamos el denominador?, ¿van a comprar más productos de la marca?.
Lo mismo pasa cuando una agencia te propone trabajar con influencers y la métrica que te da es que tienen muchos seguidores ¿y qué?. ¿Va esto a ayudarme a conseguir los objetivos que persigo con mi marca?. Por supuesto, si no lo tienes claro nunca lo sabrás. Esto es como la mítica conversación de Alicia y el Minino de Chesire en el libro Alicia en el País de las Maravillas:
– ¿Podrías decirme, por favor, qué camino debo seguir para salir de aquí? – preguntó Alicia.
– Esto depende en gran parte del sitio al que quieras llegar – dijo el Gato.
– No me importa mucho el sitio… – dijo Alicia.
– Entonces tampoco importa mucho el camino que tomes – dijo el Gato.
En mi humilde opinión todo debería depender de los O B J E T I V O S que nos marquemos para la estrategia que vayamos a desarrollar o para la acción concreta que pongamos en marcha. Y tengo clara una cosa, en muchas (más de las que deberíamos) trabajamos sin objetivos y no debería ser la agencia quién los marque, sino nuestro plan de marketing.
Hablando claro…
No se trata únicamente de contar referencias, nº de seguidores en facebook o instagram, nº de followers en twitter, etc. Se trata de intentar cumplir unos objetivos con las acciones que pongamos en marcha alrededor de nuestra marca para ver como va evolucionando la misma.
Un ejemplo simple y puede que tonto…
Si yo tengo 20 monedas y tú tienes otras 20 monedas, tenemos el mismo número de monedas. ¡ESTAMOS IGUAL!
Pero, si yo tengo 20 monedas de 1 € y tú 20 monedas de 50 céntimos, yo tengo 20 € y tú solo 10 €. ¡Yo gano. Tengo más monedas que tú!
Pero si mi O B J E T I V O es comprarme algo que cuesta 30 € y el tuyo comprarte algo que cuesta 5 €, tu cumples tu objetivo con creces y yo no. ¡Tú ganas, tú puedes comprártelo y yo no!
En resumen, trabajemos nuestro marketing pero planificando y no dejando al azar tantas variables porque muchas veces nos dejamos llevar por terminologías nuevas, técnicas infalibles que nos van a llevar a otra dimensión, discursos que nos llenan el oído con nuestra próxima estrategia de marketing y mil cosas más, sin darnos cuenta que la mayoría de las veces se trata de seguir un camino más o menos recto y los objetivos que planteemos para nuestra marca, serán los que nos marquen junto a otras variables, el camino a seguir.
Javier Varela
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