Después de estas fiestas tan opulentas, llenas de regalos y de compras, de consumo casi irracional y de luces de neón que aplatanan nuestras conciencias, os propongo una campaña que me ha impactado bastante y que se sitúa en las calles de la vieja Lisboa. Unas pegatinas, o adhesivos, son colocados en el interior de los contenedores de basura, bajo la tapa. Cuando el consumidor se acerca al cubo de los desperdicios a hacer el último uso del producto adquirido, destruirlo, se encuentra de lleno con la campaña cuyo mensaje le dispara inmediatamente en la conciencia, ‘Ayuda para que nadie haga la cena de Navidad aquí’. Obviamente esta campaña comenzó antes de las fiestas navideñas y probablemente continúe a lo largo de todo el mes de enero de 2007, con un mensaje retocado como ‘Ayuda para que nadie tenga que buscar comida aquí’.
La asociación promotora de tan ingeniosa y directa campaña de marketing social y yo diría que sustentable, es Vitae, y la agencia encargada de desarrollar la creatividad es McCann Portugal. El objetivo de la misma es llamar la atención sobre los viandantes destructores de productos. En la calle viven multitud de homeless o sin techo y su cena de navidad será a base de los desperdicios de nuestra sociedad. No todo el mundo puede comer y eso no se nos debe olvidar a nadie.
vía Houtlust