<El vino que rompe moldes. Un producto tradicional, una bebida que consigue paralizar leyes con una fuerza solo comparable a la del futbol. El vino y sus tradicionales botellas de cristal, que conservan los recuerdos de miles de horas en barrica de roble o dónde mejor se conserve, se presenta además enlatado, en botellas de aluminio o en bricks de diseño. La estrategia es clara, actuar sobre el packaging y con ello fomentar nuevos usos de un producto tradicional, y destinado dependiendo de su clase, a un público objetivo muy variado que raras veces incluía los más jóvenes a no ser en mezclas explosivas entre bricks de algunos céntimos y refresco de cola.
Ahora, compañías como la argentina Belgrano Fy, Sl, comercializan el IronWine del que dice que son vinos en lata (vinos de de calidad en envase de lata). Para salvaguardar las posibles reacciones al sabor que la lata confiere al contenido que alberga, la empresa se adelanta explicando que la misma ha sido laqueada de manera especial para aislar el producto del envase y conservar todo su bouquet.
Otro ejemplo de que el vino también se puede presentar de manera diferente a la habitual, es la botella de vino de aluminio de la portuguesa Bright Pink, que se presenta en botellas de dos tamaños diferentes. El producto es de las uvas del sur de Portugal y se presenta en envases de diseño que persiguen ampliar el target hacia atrás, hacia los más jóvenes.
vía | VS
Javier Varela
the orange market | el blog de marketing