Seis sociedades científicas de nuestro país, todas firmantes del Documento de Consenso por la vacunación frente al virus del papiloma humano (VPH), se han unido para poner en marcha una campaña nacional que celebra el principio del fin del cáncer de cuello de útero, una enfermedad que mata a dos mujeres al día en España. La Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (SEGO), la Asociación Española de Pediatría (AEP), la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (SEMERGEN), la Asociación Española de Patología Cervical y Colposcopia (AEPCC), la Asociación de Microbiología y Salud (AMYS) y la Sociedad Española de Citología (SEC) (que agrupan a 25.000 profesionales sanitarios).

La campaña, creada por Shackleton, incluye anuncios en televisión, revistas, envíos informativos, así como la página web: www.formapartedelahistoria.org a través de la cual se quiere extender la información de la misma de forma que el mensaje se transmita de forma viral. Personalmente me parece increíble que una agencia de esta envergadura profesional hable de viralidad con tanta alegría, sobre todo cuando vemos que la usabilidad de la web es lamentable. No entiendo demasiado bien como van a transmitir el mensaje a través de una flash-web en la que la información brilla por su dificultad de encontrarla. Pero bueno, las farmacéuticas tienen suficiente dinero para gastárselo en este tipo de campañas enmascaradas de información social.

La iniciativa cuenta además con la construcción de un monumento que conmemorará el principio del fin del cáncer de cuello de útero. El monumento, obra de la escultora Alba Odeh, estará compuesto por 16 columnas de cinco metros de altura en las que se inscribirán los nombres de las primeras 25.600 personas, que colaboren con la difusión del mensaje de la campaña registrándose en la web y reenviando su contenido a otras dos personas. También se intenta involucrar a los ayuntamientos.

Esto me lo cuenta Santi, que aporta su visión apuntando que la campaña publicitaria se basa en aumentar el miedo poblacional al cáncer de útero para fomentar la vacunación sin mencionar las marcas de estas vacunas. Gran sutileza, sin duda. A su vez, el hecho de involucrar a los ayuntamientos hace que esta campaña parezca más institucional.

Yo pienso que esta no es más que una campaña muy normalita de marketing en estado puro disfrazada tras el velo del marketing social al tratar un tema tan delicado como el de esta enfermedad.

otro al que tampoco le ha gustado demasiado la campaña es Enrique Dans