Esta misma mañana leía en www.marketingdirecto.com una noticia titulada «Las causas justas, el mejor reclamo publicitario de las empresas«.
Últimamente, la verdad, está creciendo a marchas forzadas e incluso diría yo que improvisando un poco, todo este tema de la Responsabilidad Social Corporativa entre las empresas. Yo, desde un punto de vista puramente técnico y analítico pienso que esto puede proporcionarles retornos inmediatos que se reflejaran de forma positiva en la Cuenta de Resultados de la empresa, pero si me pongo a analizar el contenido de cada uno de los términos que se utilizan ya me entran más las dudas de si estas acciones que de alguna manera pretenden ser sostenibles y justas, lo son en realidad.
Si bien estas campañas están bien desde un punto de vista de que contribuyen a mejorar ciertas prácticas, a crear sociedad, a respetar el medioambiente o cosas similares, pienso que muchas veces las empresas piensas que los consumidores son (somos) estúpidos (realmente muchas veces lo somos) y maquillan ciertas prácticas no demasiado populares con campañas de Responsabilidad Social.
Mc’Donalds además de colaborar en su Fundación con los niños enfermos de cáncer, ahora nos invita a ponernos el cinturon de seguridad para evitar males mayores en caso de accidente de tráfico. Me parece una campaña buena, Mc’Donalds tiene gran poder sobre los niños y está bien que les eduque pero pienso que podría llevar a cabo miles de acciones más por el bien de los niños (obesidad infantil en EEUU, por ejemplo)
Diageo Iberia ahora colabora con las campañas del Ministerio de Sanidad para el consumo responsable de alcohol. ¿Es realmente el fin último de Diageo que los jovenes se tomen solo una copa o dos cada fin de semana?
Dove apuesta por la belleza real, esta si que me parece una campaña de lo más acertado porque las compañías de productos de belleza son realmente responsables de los niños y las niñas que se están formando unos cánones de belleza aplicables en un futuro y si les mostramos im´genes de gente irreal, extremadamente delgada o de belleza irreal, esto puede influir en el futuro de estas personas.
Yo soy de la opinión de que las causas justas deberían ser un buen reclamo para las empresas y para sus trabajadores y no únicamente un buen reclamo publicitario.
Javier Varela