Suponemos que una nueva marca que absorbe otras dos, necesita un tiempo para adaptarse al mercado y que los consumidores se hagan una percepción de lo que esperan de ella.
Orange, en un movimiento coherente con su marca madre pero arriesgado con la marca absorbida, ha unificado su marca sustituyendo Amena y Wanadoo, por la naranja Orange. Amena, ya perdía clientes, eso está en las cifras. Pero Amena, tenía un posicionamiento que le podía ayudar a recuperarse con buenas estrategias de marketing y con un marketing-mix adecuado. Ahora ese posicionamiento se ha perdido y Orange debe crear en la mente de los consumidores, esa idea que le haga recuperar el puesto perdido. Tiempo al tiempo.
La CMT publicó ayer los datos de octubre y en el primer mes con el nuevo color 41.821 clientes han dejado las filas de Orange y han firmado por Vodafone o Movistar.
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