Hoy voy a hablar de un personaje televisivo que por lo que veo en otros blogs y por lo que se comenta entre los espectadores de Operación Triunfo (versión España) parece que genera bastante controversia. El personaje en cuestión se llama Risto Mejide y este post mío no hace más que generar un poquito más de buzz a su campaña de comunicación personal. La cuestión es que este hombre trabaja no sé que día de la semana de jurado en OT. Pues haciendo eso que hacen los del jurado, realizar comentarios sobre lo que ven de los concursantes, e intentar dirigir al público hacia uno u otro concursante que más adelante será el que se convierta en «estrella» de la música, o de la canción, en el peor de los casos.
El tema es el que este creativo publicitario creo que de SCPF, dicen que trata a los concursantes como si fueran productos, y así les llama. El tío utiliza un tono bastante borde y sarcástico en sus intervenciones y su aspecto, a caballo entre un chuleta de serie B y un intelectual venido a menos, puede confundir al personal. Pero el tema aquí, es que sacando estos pequeños matices, el personaje que representa es el único sincero y que dice las cosas como son. Los «triunfitos», a pesar de ser personas, son productos televisivos a los que así se trata desde el mismo momento en se cruzan medio país montados en un sueño para despertar en una cola de 5376 personas y vestidos con una pegatina que les da derecho a en dos minutos demostrar si valen para ser comercializados o no por un canal de televisión que solo busca engrosar su cuenta de resultados.
El tal Risto les dice verdades como puños, aunque suenen muy mal en las mentes desdobladas por la moralidad y las buenas intenciones de cara a la galería, pero al fin y al cabo él es un profesional de la publicidad y actúa con los concursantes como lo que serán para Telecinco, productos a los que les exprimirá todo el jugo hasta dónde pueda. Estos chicos están una academia grabados todo el día, patrocinados por un buen puñado de productos, generan muchísima publicidad a su alrededor, venden discos del programa, merchandising, y los que salgan «adelante», que a su vez es el slogan del BBVA, y que todos cantan al unísono en plan we are the world, serán productos movidos por los brazos de esa máquina de hacer dinero a costa de las personas, que se llama Telecinco.
Risto Mejide, desempeña el rol de malo y humilla a los concursantes diciéndoles la verdad que ya saben pero que nadie se atreve a decirles. Él, ese papel lo clava, incluso se pelean entre los del jurado por sus palabras, pero imagino que también sabe que él mismo es también un producto, un producto de la cadena, y lo mejor para él, un producto de él mismo. Win to win. La cadena gana audiencia por el morbo que genera un personaje así, y él gana el reconocimiento que la sombra de la publicidad le había negado. Había hecho montones de anuncios publicitarios y resulta que la gente ahora le conoce por ser el impertinente de OT. Be water my friend!. Este mundo no hay quién lo entienda.
Podéis ver un par de videos aquí y aquí.
Javier Varela
muy bueno Javier, como siempre.
Me ha encantado el comentario «…el también es un producto de la cadena». Por supuesto que él lo sabe perfectamente y está en su salsa.
Conozco gente que se dedica a la música y te aseguro que están deseando ser productos.
Saludos.
Gracias amigo. No cabe duda que esto es un aprovechamiento mutuo, por parte de la cadena que gana audiencia a traves del morbo que genera est hombre, y él se «engrandece» a medida que sus comentarios son más chabacanos. Espero que le salga bien la jugada y que esto no se vuelva en su contra.
Un saludo y ya sabes, a seguir otro añito más que comicpublicidad ya es una referencia.