Publico este artículo para ir introduciendo el tema del Marketing Sostenible o Mercadeo Sostenible, un concepto que cada vez empieza a sonar más entre las organizaciones y empresas.
¿Qué es Mercadeo Sostenible?
La preocupación, a partir de los 90, del impacto de las actividades humanas en el ambiente, da inicio a una serie de iniciativas tendientes a dar respuestas a las necesidades de un tipo de cliente, hasta ahora desconocido, que entiende el problema que enfrenta la tierra. A este nuevo cliente se le comienza a llamar consumidor verde (green consumer).
Norman Myers, asesor internacional sobre medio ambiente, en su libro publicado en 1990, «El futuro de la tierra; soluciones a la crisis medioambiental en una era de cambio«, condensa sus trabajos desarrollados desde 1970 para la Academia Nacional de Ciencias de EE.UU., el Smithsonian Institute y las Naciones Unidas. El Dr. Myers, basándose en la hipótesis de Gaia de Lovelock, reitera que los medios físicos del planeta y las criaturas que viven en él se han comprometido en la coevolución, afectándose recíprocamente. Tan fuertemente se han emparejado estos procesos, indica Myers, que el resultado es una única entidad, un ecosistema planetario que está vivo y que opera como si fuera un súper organismo.
Este concepto, aceptado cada día más universalmente, es una forma de vida que debe expresarse en nuestro quehacer diario, un movimiento para hacer del mundo un sitio mejor, y no sólo para nosotros, sino para toda forma de vida, con la que convivimos.
Es indiscutible que la raza humana es una especie dominante única. Todas las especies dominantes cambian el ecosistema que les rodea. La especie de los pinos ponderosas son ejemplo de ello, alterando el medio en el que crecen. El medioambientalismo, que pareciera ser la ideología de este siglo, implica tener una imagen de la madre Tierra como un sistema total y al mismo tiempo amarla.
El libro de Coddington Environmental marketing: positive strategies for reaching the green consumer, publicado en 1993, es uno de los primeros en abordar el tema del medio ambiente y marketing en forma seria y sistemática. Esta obra entrega definiciones y sugerencias para conseguir balancear dos posiciones que parecen tan antagónicas, como el mercadeo y el desarrollo sostenible.
El consumidor verde se puede definir como aquel consumidor que manifiesta su preocupación por el medio ambiente en su comportamiento de compra, buscando productos que sean consecuentes con el desarrollo sostenible del planeta.
La aparición de este nuevo consumidor, preocupado no sólo por la satisfacción de sus necesidades actuales sino también por el futuro de la tierra, ha obligado a muchas empresas a adoptar nuevas estrategias de producción y naturalmente de comunicación. Esto es lo que ha dado origen al mercadeo para el desarrollo sostenible, también denominado marketing ecológico, marketing medioambiental, marketing verde, y ecomarketing.
Para conseguir el anhelado desarrollo sostenible, las empresas deben diseñar ofertas comerciales que permitan satisfacer las necesidades presentes de los consumidores, sin comprometer la capacidad de satisfacer las necesidades futuras de las próximas generaciones. Para ello, el mercadeo sostenible debe asumir como misión reorganizar el comportamiento de la empresa, con la finalidad de contribuir a superar la tremenda crisis medio ambiental que enfrenta el planeta.
Como sucede con la implantación de una filosofía de marketing, aplicar la filosofía que hay detrás del mercadeo sostenible no puede limitarse a crear un departamento de que escriba memorándum sobre el tema. Adoptar la filosofía de este tipo exige que el respeto por el medio ambiente impregne todo el comportamiento de la organización.
El tema del desarrollo sostenible es mucho más amplio de lo que significa que durante el proceso de producción existe preocupación del fabricante por el consumo de energía y agua, y por la generación de residuos tóxicos. Es necesario que las empresas, preocupadas del desarrollo sostenible, desarrollen productos que hagan el mínimo daño al medio ambiente durante todo su ciclo de vida. Es decir, que la suma de los impactos generados durante la fase de extracción de la materia prima, de producción, de distribución, de consumo y de eliminación, sea de mínima cuantía, dando todas las facilidades para el reciclaje de los residuos y envases.
Cómo desconozco el autor del artículo os dejo el link donde podéis encontrarlo.
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Para la reflexión acerca de qué se puede o debe (para mi la sustentabilidad es un valor moral) calificar de sustentable y qué no, traigo este extracto de un artículo publicado en el nº42 de la edición Cono Sur de Le Monde Diplomatique, diciembre de 2002 por Sadruddin Aga Khan
[(…) En segundo lugar, la idea de desarrollo sustentable fue desvirtuada por la de «utiliazción sustentable», una abominación orquestada por una corriente promotora de un supuesto «uso racional» mientras que se trata de ocultar prácticas totalmente contrarias (…)
(…) los adeptos a la «utilización sustentable» esperan convencer a los africanos y a los asiáticos pobres, de no matar animales que les reportarían el equivalente a varios años de salario, mientras qeu los ricos europeos y estadounidenses, ávidos de trofeos, los cazan por placer. (…)
(…)que una actividad sea económicamente sustentable no la hace deseable, o incluso aceptable, desde un punto de vista ético.]
Las normas de la sustentabilidad se establecen en grandes conferencias mundiales donde se manejan calves que se nos escapan y que finalmente pagan como siempre los más necesitados. El caso que Sadruddin pone como ejemplo acerca de la matanza sustentable de animales es demoledor. Los límites a la caza de especies protegidas dificultan a los nativos el acceso a recursos pero mantiene las posibilidades para los safaris.
La sustentabilidad es global. No puedo comprarme una «camiseta sustentable» mientras un solo niño pase hambre. Reconozoco mi parte de culpa porque no soy redicalmente coherente con esta afirmación, pero no podemos pretender maquillar la insostenibilidad del sistema socioeconómico establecido, simplemente añadiendo el calificativo sustentable a nuestra acciones (consumo, caza, pesca,…)
Muy buena reflexión, espero tus comentarios en próximos posts y te invito a participar activamente en este proyecto que pretende ser un lugar de difusión de ideas y pensamientos