Rías Baixas, Terras de Pontevedra, Sanxenxo, Fundación Comarcal do Salnés, Vigo….
Fitur, la feria turística más grande del mundo celebrada en Madrid, se inunda de mostradores en los que países, comunidades autónomas, ciudades, regiones y hasta continentes muestran al visitante sus atractivos turísticos.
Pontevedra ha concurrido con media docena de stands propios, al margen del global de Galicia, con el que se pretende impulsar los atractivos singulares de ciudades como Pontevedra, Vigo, comarcas como la de O Salnés, pequeños municipios turísticos como Sanxenxo o el conjunto de la provincia, mediante el patronato de turismo Rías Baixas.
Pero, ¿es una estrategia adecuada?. El sector profesional parece encantado. José Magaz, presidente de la Asociación Provincial de Hostelería, lo ve así: «Yo creo que estamos bien representados, porque Galicia nos engloba a todos, pero luego llevamos Rías Baixas, que lleva lo propio de Pontevedra».
Nadie parece dispuesto a perder su cuota de protagonismo entre un exceso de información. Sin embargo, desde el punto de vista del marketing esto no está tan claro. Estos son algunos de los consejos de los expertos para que una marca sea garantía de éxito.
En un mercado como el del turismo, la marca debe ser fácilmente exportable. Para ello debe ser fácil de pronunciar. Bali o Bora-Bora han hecho de la sencillez y la sonoridad de sus nombres marca de su éxito mundial. En este sentido, la facilidad para recordar el nombre, de escribirlo o la extensión de este son claves.
En este apartado, se destacan las ventajas que tiene una marca como Galicia sobre otras más extensas como Terras de Pontevedra, Rías Baixas, etc. Si la marca se liga además a una dirección de Internet, la facilidad de escritura es vital para el éxito. Arousa ya se vio envuelta en la polémica cuando la firma automovilística Seat decidió lanzar al mercado su modelo Seat Arosa. Las protestas para que se respetase el topónimo se estrellaron contra los estudios de mercado que hablaban de las dificultades de pronunciación de la nueva marca en países como Alemania.
Cumplido este requisito, la utilización de una marca única, siempre y cuando incorpore también los anteriores, abarata los costes y gana fuerza en el mercado internacional. En este sentido, las estrategias de publicidad hablan de una vía a medio camino entre la atomización de las marcas y el uso de una unitaria. Se trata del uso de una marca de familia, que sería la más representativa, en este caso Galicia. Se gana así credibilidad y facilidad de reconocimiento. Dentro de ella se publicitan después las marcas específicas.
España, como destino turístico internacional, logró un tan exitoso como polémico eslogan publicitario en el 2003. Bajo el lema de Spain marks, aparecía la imagen de una mujer con un vestido cuya generosa abertura en la espalda dejaba ver un trasero en el que se podía apreciar la marca en el moreno que le había dejado la parte de abajo del biquini. La campaña, como decía su eslogan, dejó huella. Tanto que aún se recuerda. Y Pontevedra, ¿marca?
vía | La Voz de Galicia
Hola!
Está interesante tu blog.
Saludos desde Caracas