Mucho ruido y poca estrategia
En un mercado donde el ruido es constante, muchas empresas y marcas siguen apostando por acciones sueltas de marketing sin un rumbo claro.
Publican porque «hay que estar», lanzan campañas porque «la competencia lo hace» y abren canales nuevos sin preguntarse si sus clientes realmente están ahí.
El marketing estratégico no va de hacer más, va de hacer mejor.
Va de parar, pensar y decidir hacia dónde queremos ir como empresa. Va de entender quién es nuestro cliente, qué necesita de nosotros, cómo le hablamos y, sobre todo, por qué debería elegirnos frente a otros.
Sin estrategia, el marketing es solo gasto. Con estrategia, se convierte en inversión.
Una pyme no necesita un equipo de 10 personas para pensar estratégicamente. Necesita hacerse buenas preguntas. Necesita foco. Y necesita coherencia.
Porque cuando sabes a dónde vas, todo lo demás —la web, las redes, la tienda, el packaging, la atención al cliente— suelen ir en la misma dirección.
Y eso, en mercados cada vez más saturados, marca la diferencia.
Javier Varela