Hace unos días se llevó a cabo en Amsterdam, y más concretamente en el barrio rojo, una campaña de sensibilización con el ahorro energético, en la que se promovía la utilización de bombillas de bajo consumo.
La acción, muy creativa, la llevó a cabo la asociación ecologista Greenpeace, que llenó el barrio rojo de Amsterdam de pegatinas verdes y cambió las bombillas rojas de los escaparates donde se exhiben las prostitutas, por bombillas verdes de bajo consumo, quedando todo con el aspecto que podemos ver en la foto.
Una acción impactante, creativa y directa que persigue una causa medioambiental, a ver si el marketing consigue objetivos sostenibles. Ojalá!
vía: 20 minutos
Javier Varela