En esta comunidad NO se admite publicidad

Entrar por el portal de tu edificio, primer vistazo a los buzones y te encuentras colgando de cada uno de ellos una ‘creatividad’ publicitaria sin permiso que te saluda, abres el buzón y en su interior, sin tu permiso, te encuentras unos cuantos folletos de pizzerías, cerrajeros, seguros, clínicas dentales, tiendas de bricolaje, muebles, etc. ocupando el espacio destinados a recibir tus cartas y/o facturas (no deseadas pero que recibes sin remedio).

En el portal del edificio un aviso indica ‘NO se admite publicidad‘ y se compra un buzón específico para que estas empresas a las que expresamente no se les da permiso para que dejen su publicidad NO deseada depositen sus creatividades en forma de flyer, folleto, catálogo o como tengan a bien hacerlo y así de esta forma, si un vecino motu proprio decide llevarse una de estas ‘publicidades’ a su casa pueda hacerlo sin ningún tipo de problema y sin necesidad de molestar a nadie.

Pues ni así. Estas empresas y sus subcontratas de buzoneo sabiendo que el buzón de fuera convierte poco y no genera los leads esperados, decide saltarse las normas de la comunidad, y como esto NO se persigue (y somos así, si no hay sanción, no hacemos caso la mayoría de las veces), presionar a los repartidores de la publicidad y hacer que consigan acceder al portal y meter la publi NO deseada en los buzones. Esto en marketing digital y en román paladino, lo llamamos SPAM y nos gusta poco. En la vida offline no se si tiene nombre, pero debería, porque al menos en mi caso, me parece un despropósito que las empresas sigan haciendo esto (aunque convierte, pero molesta).

Luego está la parte en que muchas de estas mismas empresas, generalmente las que son empresas o marcas más grandes, en el entorno digital van de que cumplen toda la legislación, la RGPD, las políticas de privacidad, los avisos legales, el no hacer SPAM, etc. Incluso si cuando comentas este tema con ellos, te responden con el manual del perfecto community manager, su mejor sonrisa y una cesta llena emojis y buenas intenciones. Es de agradecer, y tampoco es fácil el papel de las agencias que gestionan estas cuentas, que por un lado tienen que mostrar una cara amable en las redes sociales y siguen una estrategia X, mientras la empresa en su vertiente offline muestra otra estrategia Y.

‘Pasaremos aviso a los locales‘ y otro tipo de atenciones al cliente que están muy bien (se agradecen) pero ponen en evidencia que las marcas en muchas ocasiones siguen yendo por libre con estrategias diferentes en el canal online y en el offline. No puedes tratar de ser la empresa con más engagement en las redes sociales, y luego ser una empresa que presiona a los repartidores para que metan su publicidad en los buzones de las viviendas, dentro del portal, porque el buzón de la publicidad de fuera no convierte.

No quiero focalizar toda esta reflexión en una empresa o en una marca en concreto porque son varias de diferentes sectores y categorías que lo hacen, pero sí que quisiera que al menos sirva como reflexión para que nos demos cuenta lo importante que es que las marcas den el paso de una estrategia multicanal, en la que llegan al cliente de diversas formas y a través de diversos canales aunque sea con estrategias diferentes, a una estrategia omnicanal, en la que el cliente sea el verdadero centro de la estrategia de marketing y este percibe una experiencia de compra o de contacto con la marca más satisfactoria y que no depende del canal a través del cual se comunique con la marca en cada momento. No es sencillo pero se hace necesario.

Un reto del marketing debería ser el de intentar molestar al cliente lo menos posible (por supuesto, la situación ideal sería no molestarle nada) y deberíamos tratar de ponernos en la piel del comprador cuando queramos venderle. Seguramente nos acabará yendo mejor a largo plazo.

Ya no voy a hablar de la cantidad de papel inútil que se convierte en basura casi de forma inmediata y que quedará impreso con la marca de nuestros productos en la memoria del planeta forever.