«Un urbanista japonés, cansado de la ineficacia de los proyectos que realizaba, decidió proyectar los jardines de las ciudades de manera que, en lugar de diseñar los caminos por donde la gente tenía que pasar, plantaba la hierba en toda su superficie y luego esperaba a ver por donde pasaba la gente de manera natural para diseñar como lo atravesaban, obteniendo así una distribución coherente, práctica y fluida.»

En la era digital las preferencias de los consumidores están cambiando constantemente y los clientes poco a poco están tomando el control del denominado proceso de compra.

La próxima generación de consumidores es la formada por todos aquellos que no han conocido un mundo sin internet, teléfonos móviles y smartphones. Que tienen una conducta y una forma diferente de entender el mundo porque siempre han tenido a mano el acceso a la tecnología y la información. La denominada Generación Z, iGen, Centennials, etc., es una generación que ya ha alcanzado la mayoría de edad y está creciendo para quedarse.

La experiencia del cliente como centro de la estrategia de marketing, podríamos definirla como el conjunto de experiencias que tiene un cliente con una marca desde el mismo momento en que la conoce (a través por ejemplo de un anuncio), hasta que interactúa con ella (viéndola expuesta, probándola o comprándola por ejemplo) hasta que la usa, disfrutándola o cuando tiene un problema con ella.

Los españoles somos infieles por naturaleza… al menos, en lo que a marcas se refiere. Así se desprende del estudio ‘Loyalty Monitor 2017’ realizado por el Instituto DYM para Galanta, la Unidad de Negocio de Mediapost Group especializada en desarrollar vínculos entre las empresas y sus clientes con soluciones de fidelización, captación e incentivación.